Saltar al contenido principal

La comunicación oral:
claves para realizar buenas presentaciones

Así se cuenta una idea sin que se duerma hasta el apuntador

Así se cuenta una idea sin que se duerma hasta el apuntador, artículo de Sergio C. Fanjul publicado en el periódico El País el 10 de septiembre de 2016:

[...]

Tenga una buena idea o retírese
Está claro que, sin ella, los guardias de seguridad nos cerrarán el paso a cualquier escenario y solo nuestra madre nos escuchará, aburrida, durante la comida del domingo. “Ideas que merece la pena compartir” es el lema de las charlas TED, así que lo fundamental es tener algo que decir. Algo que, en ocasiones, ponga en tela de juicio las creencias del público.

No cuente su vida, vaya al grano
más que comenzar con una autopresentación o una descripción de lo que va a ser la charla (a estas alturas ya estaría todo el mundo dormido), es conveniente hacerlo con una pregunta o acertijo que excite la imaginación de los espectadores, con una buena historia o con una estadística de esas que no te crees hasta que no confirmas en Google.

Resuma en dos minutos su teoría maestra sobre atarse los zapatos
Hoy en día es difícil concentrarse, acostumbrados como estamos al continuo bombardeo del las redes sociales y los emails, al estímulo constante: así que no dé usted la brasa o la gente se pondrá a mirar Twitter.

Explíquelo para que lo entienda su abuela
Aunque la materia a tratar sea muy abstrusa, hay que buscar la manera de explicarlo de forma sencilla, que el público no está para descifrar jeroglíficos. Que lo entienda todo el mundo, sobre todo los profanos en cada materia

Deje el moonwalk a los expertos
Aunque ustedes hayan visto al difunto Steve Jobs presentar sus gadgets moviéndose por todo el escenario como Axl Rose en la época de Guns n’ Roses, no es conveniente moverse tanto.

Haga el humor con el público o lo perderá
Ríase de usted mismo, que no pasa nada. En estas charlas, reina cierto desenfado, mediante el cual se busca la complicidad del público. Es bueno trufar la exposición más teórica con anécdotas o pequeñas historias con las que la gente se identifique.

Póngale un broche de oro
Hay varias maneras: volviendo al principio y creando así una charla circular, haciendo un llamamiento a la acción, especulando con cómo sería el mundo si se cumpliese lo que propones o, una vez más, con una buena anécdota. Si todo ha salido bien, el resultado será una gran ovación con todo el auditorio en pie. Aunque quizás tendrá que aprender a conformarse con un poco menos.

Hable en público hasta que no le dé miedo hablar en público
Lo importante es practicar, practicar y practicar, dar cera y pulir cera, sobre todo, delante de público: cuanto más tiempo se invierta en una charla, mejor será el resultado.

Y no se tome nada demasiado en serio, ni a usted
Como muchas otras cosas que han conseguido gran éxito y difusión, este tipo de charlas también han sido objeto de divertidas parodias. Conviene revisarlas para quitarle hierro al asunto.